martes, 6 de septiembre de 2016

"Todos merecemos una Cali más limpia y bonita"

Por: José Renán Trujillo


Por más campañas de sensibilización que se han hecho, no hemos podido hacer parte de nuestra cultura y vida cotidiana la sana actitud del reciclaje.

Son tantos los ejemplos puestos en práctica en otras latitudes del mundo que nos enseñan cómo la costumbre de clasificación, y la disposición final de residuos puede redundar en beneficios, sociales, económicos y ambientales para todos.

En Cali lo hemos intentado por todas las vías pero aún hay ciudadanos indolentes que no entienden que tirar un papel a la calle, o dejar escombros y basura en cualquier lugar, puede redundar en una emergencia que ponga en jaque el bienestar de la ciudad. Duele decirlo pero es la verdad.  

Los ciudadanos de Cali tenemos una mala costumbre: usar los canales de conducción de las aguas lluvias como si fueran el basurero de su propia casa. A ellos llevan cuanta cosa se les ocurre: desde la carcaza de una estufa ya en desuso,pasando por colchones usados por más de cuarenta años, botellas, tarros, residuos sólidos.

Todo porque el caudal de las aguas, se les llevará de su lugar de residencia algo que ya es incómodo. La mentalidad, por demás equivocada, es que ahorrarán plata al no tener que pagar un vehículo que les recoja lo inútil para llevarlo a su sitio final de descanso en lugares adecuados para tal fin.

Pero las consecuencias de esas decisiones ya saltan a la vista. En Cali empezaron las lluvias y lo que se preveía, empezó a suceder: Las rejas de la estación de bombeo del Paso del Comercio, una de las once estaciones hacia donde están direccionadas las aguas lluvia de la ciudad, colapsaron por la cantidad de residuos que soportaron como avalancha en el aguacero del pasado jueves.

Y ni qué decir del ocurrido este fin de semana. Por eso, de ahora, se anuncian los planes de contingencia de las Empresas Municipales de Cali. Estos empiezan con la búsqueda de una solución a las 40 toneladas de basura que taponaron entre jueves y domingo, las once rejillas de las estaciones, lo que sin duda incrementa la posibilidad de inundaciones.

Pero los planes de nada servirán si no cambiamos nuestra actitud ante el manejo responsable de nuestros desechos. Por eso desde aquí hago un llamado a nuestros coterráneos para tener un mayor cuidado con las basuras que no se colocan en los lugares adecuados para ser transportadas por expertos en el tema, solo así evitaremos que en este periodo de lluvias colapse la ciudad.

Además, hay que tener cuidado con el jarillón del Río Cauca. No sobra un llamado al Gobierno municipal; para que tome las medidas del caso.

Todos merecemos una Cali más limpia y bonita.
¡Feliz día!


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