"A los trabajadores,un abrazo solidario en su lucha por una justicia social"

Amigos y amigas vallecaucanas,

Por José Renán Trujillo García
@CaminandoconJR

"Colombia es un estado social de derecho, organizado en forma de república unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”.

El texto anterior, corresponde al artículo primero, en el capítulo de los derechos fundamentales de nuestra Constitución Nacional.

¿Se cumple? ¿O como en otros temas, se nos ha quedado como un bello texto escrito sin plena aplicación?

                                                                                                                  Foto: www.neuronafinanciera.com

Mucho más contundente es el texto del artículo 25 en los derechos fundamentales establecidos en la misma constitución: “El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del estado. ¿Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas”?

Celebrar el Día del Trabajo como ayer se hiciera en el territorio nacional, hace parte de la tradición existente en el orden mundial. Entendible más como un clamor exigente de respeto, que como la expresión de alegría por existir un derecho que garantice la supervivencia en este combatido mundo.

Clamor de respeto para que una vinculación laboral sea bajo condiciones dignas y justas, con pleno respeto a la dignidad del ser humano.

No es dable aceptar que simplemente se actúe con el cumplimiento de una jornada laboral establecida frente a la insensible y fría acción del pago de un salario como retribución ¡No! La era actual exige un estrecho vínculo humano.

Relación ser humano empresa, bajo el entendido de colaborarse mutuamente: Estímulo empresarial a la formación educativa del trabajador, a la fortaleza de su unión familiar, a la permanente capacitación de su oficio, a la integración social y al respeto a la opinión ajena.

Esa fortaleza de acción conjunta nos llevaría a un mejor país y a una efectiva y real clase trabajadora que luche por su defensa. Así celebraríamos el Día del Trabajo no por ser una tradición, sino por la alegría de sentirnos respetados y útiles.