@CaminandoconJR
Amigas y amigos vallecaucanos,
En medio del cúmulo noticioso diario, pasan desapercibidas denuncias que en el fondo son de suma gravedad.
Monseñor Dario de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali Foto tomada de Arquidiócesis de Cali. www.arquidiocesiscali.org |
Grave en sí misma la denuncia, más por provenir de un hombre que se ha caracterizado primero, por ser un profundo conocedor de los temas que rodean la guerra o conflicto armado interno en que vivimos y, segundo, por ser un reconocido mediador en diferentes hechos y circunstancias que buscan favorecer el logro de la finalización de ese derramamiento de sangre de colombianos.
El prelado ha dicho en voz alta lo que millones callan y solo se atreven a mencionar en pequeños recintos cerrados donde hipócritamente nadie los escuche; que contra el logro de la pacificación del país están apostados enemigos desde el capitolio, desde el Congreso, hasta en el mismo monte donde diversos actores se empreñan en buscar y lograr a toda costa la desestabilización de los diálogos.
Y eso, que solo se refirió a un mínimo de los múltiples actores que se mueven alrededor del tema que copa la actualidad nacional. ¿Qué pasa con quienes agazapados desde otros sectores de la sociedad siguen clamando por la vuelta a escena de actores paralelos, de ingrata recordación, que impidan el avance y la consolidación de los acuerdos que se tramitan en La Habana?
Enemigos, por todas partes, sin duda los hay. Por ello la pedagogía es fundamental; no me cansaré de decirlo y de insistir en que el Gobierno Nacional implemente masivamente esa política de descentralización y desconcetración del tema aplicándola en los niveles de barrio; acercándolo al ciudadano pie andante.
Solo así, en mi sentir, se podrá medianamente contrarrestar la desinformación y las acciones que desean evitar que se entienda la importancia de lograr silenciar los fusiles; de acabar con la guerra.
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