lunes, 16 de mayo de 2016

Leyes como la del Primer Empleo son de utilidad para el posconflicto

Por José Renán Trujillo García
@CaminandoconJR

Amigas y amigos vallecaucanos,

¿Ha funcionado como se esperaba  la Ley del Primer Empleo?
Tres objetivos fundamentales rodearon su expedición: formalizar empleos y empresas que hoy son informales, generar más empleos formales y mejorar ingresos de la población informal, de los desempleados en condiciones de desventaja y de los pequeños empresarios.

La idea con la que se concibió esta ley recibió en su momento un aplauso cerrado, como era de esperarse, frente a la expectativa que generó, pues además de dirigirse a beneficiar nuevas empresas cumpliendo los requisitos establecidos y de colaborar en la formalización de las informales, abriría el camino para que jóvenes menores  de 28 años  acudieran a la posibilidad de un primer empleo que garantizara su supervivencia y la de los suyos.

Valdría la pena auscultar qué tanto ha cumplido su objetivo pues en momentos como el actual, cuando se nos anuncia la cercanía del fin de una guerra fratricida que  durante sesenta años ha estado inundando de sangre de colombianos nuestro suelo, pueda también seguir fomentándose para las personas en condición de desplazamiento, en proceso de reintegración o en situación de discapacidad.

Foto: Tomada de www2ccoo.es 


Las mujeres de manera directa también fueron un objetivo concreto de esta Ley, las mayores de 40 años que no hayan tenido un contrato de trabajo en los doce meses anteriores a su vinculación laboral como también las mujeres cabeza de familia que estén en los niveles 1 y 2 del sistema de identificación de potenciales beneficiarios de programas sociales como el Sisbén.

El país debe entender que la paz no se consolida de manera inmediata con la sola firma del documento en La Habana. Allá apenas se dará inicio a un muy largo proceso de reconciliación y afianzamiento de confianza. Y la disposición de ánimo de cada uno de nosotros será fundamental para el buen éxito. Para ello debemos preparar nuestro espíritu; para decirle sí al fin de la guerra. Y leyes como esta serán de suma utilidad.

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