El Congreso aprobó abrumadoramente el acto legislativo para la Paz

Por: José Renán Trujillo Garcia

@CaminandoconJR

Amigas y amigos vallecaucanos,

Hay momento para todo. Lo que hay que saber decidir es el más adecuado para cada cosa.

Ahora, y no faltaba más, que me atreva a criticar una decisión en la que está en todo su derecho de haber tomado el señor magistrado Luis Ernesto Vargas Silva de la Corte Constitucional: decidió salir de viaje hacia Suiza a la reunión de la O.I.T, por tres semanas.

Foto: Luis Ernesto Vargas Silva tomada de www.ambitojuridico.com

La pregunta que me asalta es: ¿fue el momento más adecuado para salir del país cuando tiene en sus manos la responsabilidad, como magistrado ponente, de rendir informe a la corporación a la que pertenece sobre un tema que copa la actualidad nacional: la demanda contra el plebiscito por la paz?

 Y es que es el factor tiempo, el que convoca la atención debida.

El Gobierno está a la espera de que la Corte le dé vía libre al plebiscito para proceder de inmediato a la organización, con la Registraduría Nacional, de toda la logística que se requiere para la convocatoria del pueblo colombiano a las urnas para que refrende o rechace los acuerdos a que se llegue en La Habana.

Mientras tanto, anoche en el Congreso, se le otorgó el último debate de aprobación al acto legislativo para la paz que condiciona su vigencia a la refrendación popular y necesitan saber, los congresistas si ese mecanismo es utilizable a futuro. 

 ¿Qué significa esto en palabras claras?

 Que el procedimiento legislativo especial mediante el cual se diseñarán las leyes y reformas para implementar los acuerdos de paz; las facultades extraordinarias al Presidente de la República para que expida decretos relacionados con la paz  y el blindaje jurídico del acuerdo final y su ingreso al bloque de constitucionalidad, solo entrarán en vigencia si los colombianos  lo aceptamos mediante el uso del plebiscito como mecanismo de participación ciudadana para refrendar el paso hacia adelante para terminar la guerra.

 ¿No será que el magistrado toma la buena decisión de regresar al país para rendir su tan esperada ponencia?