martes, 5 de julio de 2016

Buenaventura es tierra del olvido;tierra de todos y tierra de nadie

Por: José Renán Trujillo
@CaminandoconJR


Amigas y amigos vallecaucanos,

A nuestro puerto sobre el Pacífico le falta mucho trecho para acercarse a consolidar la buena ventura. ¿Por qué? Esa es la pregunta que no de ahora sino de años tras años nos venimos formulando con tristeza los vallecaucanos.

Escuchen ustedes lo que ha sucedido recientemente:

La semana que pasó, cerró actividades con un paro camionero que cada día que pasa, va incrementando la distancia de un posible acuerdo  entre gobierno y directivos de tan necesaria actividad para el transporte de elementos básicos en el cotidiano vivir. Según el último reporte, el terminal estaba operando en un 60% de su capacidad y el represamiento de alimentos es cercano a las 100.000 toneladas, especialmente de insumos para el sector avícola y porcícola.

Epsa anunció la cancelación del proyecto que ya tenía todos los estudios listos para la instalación de una segunda línea de distribución de energía. La importancia de esa línea radica en que Buenaventura no posee una red de apoyo para enfrentar la emergencia de daños y atentados contra la infraestructura principal.

El alcalde ordenó colocar sellos de cierre en las puertas del proyecto de agua dulce que trae consigo una multimillonaria inversión  cercana a los quinientos millones de dolares para la construcción de una nueva terminal portuaria echando mano de todo tipo de equivocados supuestos argumentos jurídicos.

Foto: Proyecto Puerto Aguadulce-Buenvanetrura de www.portafolio.co

Las casas de pique se especula que siguen funcionando, mientras la pobreza consume un amplio porcentaje de la población que se debate entre el hambre, el desempleo y la presencia intimidante de fuerzas oscuras del narcotráfico, la guerrilla, el paramilitarismo y las bandas criminales. 

Las acciones hasta ahora emprendidas por el gobierno nacional han sido temporales, solo guardando apariencias; como si el fondo real fuera la búsqueda del punto final para Buenaventura y el paso abierto para el desarrollo de los puertos de la costa norte.

Buenaventura es  tierra del olvido. Es tierra de todos y es tierra de nadie.



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