Por: José Renán Trujillo
Amigos y amigas vallecaucanos
Es una gran noticia para el país la elección del octavo Fiscal General de la Nación desde la expedición de la Constitución de 1991.
Néstor Humberto Martínez es un ciudadano con las más altas calidades profesionales y las mayores cualidades para el ejercicio de una de las más altas dignidades de nuestro país. Sus primeros anuncios dejan entrever el peso que tendrá en adelante una entidad que requiere una reestructuración que le permita estar acorde a las nuevas realidades del país.
Foto: Nestor Humberto Martinez de www.eltiempo.com |
El anuncio de que su gestión será la de un fiscal del posconflicto, otorga la tranquilidad necesaria al saber que dirigirá sus acciones hacia el fortalecimiento de los acuerdos de La Habana para que la justicia especial para la paz,
avance sin obstáculos hacia el logro de su objetivo.
Lo anterior estará unido al empeño que colocará en lograr el comiso y el decomiso de los patrimonios ilícitos que son, según afirma, los que siguen financiando el crimen organizado.
Es una dura tarea la que asume Martínez Neira. Su experticia, profesionalismo, carácter y templanza son un buen augurio para que logre mover esa superestructura que es la Fiscalía General de la Nación,entidad que cada año abre 1.25 millones de procesos penales de los cuales la mayor parte no llega a sentencia.
Una estructura que cuenta con 25.000 empleados y un presupuesto propio de 2.5 billones de pesos, exige que se le dé un movimiento telúrico que logre acabar con una entidad paquidérmica. La mayor responsabilidad de Néstor Humberto Martínez es recuperar la confiabilidad de la ciudadanía en la entidad que una vez se surta la confirmación de la Corte el próximo 21 del presente mes, dirigirá para tratar de lograr una justicia pronta y cumplida.
Ojalá, lograra la reforma para que deje de pertenecer a la Rama Judicial del poder público y pase a depender de la Rama Ejecutiva. Eso sería lo lógico.
Como profesional tiene además varios retos: echarle tierra a los comentarios de sus detractores que, sin haber asumido el cargo, ya han empezado a tildarlo de ser “el abogado de los grandes cacaos”, como también le endilgan el hecho de no ser penalista o de tener unas posturas muy
controversiales sobre la violencia intrafamiliar.
En estos aspectos, Martínez debe actuar con inteligencia y con justicia, que en últimas, es lo que los colombianos piden en la figura del Fiscal.
Colombia tiene hoy un excelente Fiscal General de la Nación; y de eso, no hay la menor duda.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario