Por: José Renán Trujillo
Amigos y amigas vallecaucanos
Caleño raizal que se respete ha sido visitante de Pance, el corregimiento bañado por el río del mismo nombre, que durante generaciones se ha convertido en la mejor playa de agua dulce, a cielo abierto, que pueda tener la Sultana del Valle.
Hoy, los caleños nos debatimos entre dos sentires: Uno, la necesidad urgente de que la vía que conduce a Pance tenga una ampliación para seguir evitando la alta incidencia de trancones y de accidentes de tránsito los fines de semana;
y dos, el tener que sacrificar la hermosa alameda que le ha dado un carácter único a la vía para emprender la anhelada obra de ampliación.
Precisamente, este segundo punto es el que ha generado más controversia porque con un permiso bajo el brazo, serán talados 1.594 árboles. Del paisaje ya se borraron 80 y la Personería de Cali, enhorabuena, ha solicitado suspender el procedimiento para revisar la documentación y ver que todo se encuentre dentro del marco legal.
Foto: Tala de arboles via Pance de 90 Minutos www.90minutos.co |
Lo triste de todo este asunto es que, al parecer, el permiso para la tala de los árboles fue concedido desde 2009, año en el que se dio luz verde a la ampliación de la carretera.
Además, que dicho permiso contempla la tala, que para mí es un arboricio.
A los caleños nos dicen que la CVC consideró en su momento que por la tala de esos 1.594 arboles, el consorcio constructor debe sembrar 10.000 de diversas especies nativas de la región.
Sin dudas, estas son las situaciones que generan
indignación, especialmente cuando son decisiones burócratas que desde fríos escritorios atentan contra el medio ambiente y el ecosistema.
De ahí que las injusticias o las decisiones que van en contravía de la calidad de vida en comunidad, generen reacciones humanamente comprensibles aunque legalmente inaceptables cuando estas desvían de protesta pacífica a violencia generada.
Frente al asunto me surgen varias inquietudes: Si la decisión de talar los árboles se tomó en 2009 ¿por qué los caleños esperamos el arboricidio para salir a pronunciarnos?
¿dónde está nuestra veeduría ciudadana? ¿Por qué nos quedamos callados durante siete años? ¿Acaso no será posible adecuar mejor los diseños de la ampliación de la carretera manteniendo los arboles actuales intactos en lugar de obligar a esperar el crecimiento de los nuevos veinte años más?
Y así como hoy peleamos por los árboles de Pance
¿por qué no empezamos también a luchar para que el río
deje también de ser una víctima de la contaminación producida por los visitantes?
Señores, nos llegó la hora de ponernos la camiseta por Pance,patrimonio de los caleños.
Feliz fin de semana para todos, y si el sol nos acompaña,
¡nos vemos en Pance!
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