Por: José Renán Trujillo
El discurso del Presidente Santos, en la instalación de las sesiones ordinarias del Congreso para el periodo legislativo 2016-2017, fue, en mi sentir, más que esperanzador soñador y alejado de la realidad del proceso que se adelanta en La Habana. A tal punto, que en una de sus frases dejó entrever la posibilidad de que en el 2017 aun las armas de las Farc pudiesen no estar entregadas tal y como se anunció, con su presencia, en la última reunión realizada en Cuba.
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| Foto: www.tnnpoliticas.com Instalaciones ordinarias del Congreso Colombia 2016 |
El país exige conocimiento de lo que hasta ahora está pactado así como información clara, sin ambages ni malabarismos, sobre cuales son los cinco temas de fondo que aun faltan por acordarse entre las partes. No podemos permitir que el país caiga no solo en el cansancio por el tiempo que ha trascurrido y sigue trascurriendo, sino que se corra el riesgo de un proceso de falta de credibilidad por parte de la ciudadanía, lo que sería gravísimo; pues ello repercutiría de manera inmediata en la falta de entusiasmo para salir a respaldar el blindaje de los acuerdos en las urnas,a través del plebiscito.
La falta de información sumada a la falta de conocimiento sobre los temas y la ausencia total de una campaña pedagógica que los explique al detalle con sus bondades y consecuencias positivas y negativas, puede dar al traste con lo recorrido hasta el momento. El país no quiere que se le hable con adornos ni con retórica en desuso; exige claridad en el mensaje y contundencia en el análisis.
El presidente pasó de llamar al actual Congreso como el "Congreso de la la paz", a denominarlo como el "Congreso del posconflicto". Y sin duda, la responsabilidad de este Congreso es de las más altas que ha tenido en su historia. Ojalá que quienes lo integran sean conscientes de ella y la asuman con la entereza, la dedicación y la disciplina que el momento exige.
Los acuerdos de los partidos de la unidad nacional se cumplieron al pie de la letra y eligieron como Presidente del Congreso a un hombre de 39 años, el más joven que ha conducido el poder legislativo. En sus manos está que el Congreso le responda al país con el trámite y la aprobación de leyes fundamentales para consolidar el proceso de paz.
Y el gobierno también debe asumir su responsabilidad sin tomar atajos; hablándole al país desde el Ministerio del Interior con toda la sinceridad y con la postura que asumen los estadistas en momentos de crisis.
Les deseo un buen fin de semana para todos.
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