Por: José Renán Trujillo
@CaminandoconJR
José Renán Trujillo |
Este fin de semana se inició la Décima y última Conferencia Nacional
Guerrillera encuentro a través del cual los integrantes de las Farc analizarán y
refrendarán el Acuerdo Final e implementarán disposiciones políticas y organizativas para iniciar el
tránsito hacia convertirse en un partido o movimiento político.
En el discurso de instalación Timoleón Jiménez fue claro en las
intenciones que ahora les asisten como organización. “Nuestra preocupación principal ha de ser cómo
conseguir que la paz se convierta en una realidad en nuestro país, sobre la base de
la justicia social y la democracia. Eso implica la vinculación de las
grandes mayorías inconformes a la vida política activa de nuestra nación, la necesidad de un mensaje
nuevo, fresco y esperanzador por los cambios, la imprescindible tarea de la
unidad sin la cual todo esfuerzo se desperdiga y pierde, la presencia en
el escenario de una forma distinta, sana y transparente de hacer la política”, expresó Jiménez.
Dicha afirmación me lleva a pensar que el ingreso de las Farc al ruedo
político exigirá a los partidos tradicionales, así como a los nuevos
movimientos; hacer una política más honesta, clara, limpia, de cara al
pueblo y a la relevancia del bienestar social; y no alimentando o cubriendo hechos de corrupción que en ocasiones se convierten en parte del
paisaje.
Como bien lo dijo Jiménez “queremos que aquellos que
todavía tienen dudas sobre nuestra lucha se acerquen y palpen la
voluntad que nos asiste de entregar todas las energías por el nuevo país”.
A
veces percibo que aquellos que públicamente se han encargado de desprestigiar y menospreciar el hecho de los que los integrantes de las Farc tengan
una oportunidad en la vida política, muy en el fondo tienen miedo de que
esta nueva ola los desplace y les exija trabajar con una perspectiva
diferente.
Muy
seguramente este nuevo movimiento llegará con ideas frescas, innovadoras, y
acordes al nuevo país que se construye y de seguro encontrará eco en los
colombianos quienes ya estamos cansados de la manipulación, la injusticia,
los acuerdos por debajo de cuerda, los desfalcos millonarios y los dineros
que van al bolsillo de unos cuantos mientras otros mueren de hambre, esperan
una escuela o unas vías decentes para sacar sus productos del campo a la ciudad.
Como
dijo Jiménez, “Nuestra preocupación principal ha de ser cómo conseguir que la paz se convierta en una realidad en nuestro país, sobre la base de la justicia
social y la democracia”.
¡Ojalá
y así sea!
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