Por: José Renán Trujillo
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José Renán Trujillo |
Mucha
ampolla ha levantado en el país la encuesta 'Comportamiento y actitudes sobre sexualidad de niñas, niños y adolescentes escolarizados 2016' emprendida por el Dane para intentar hacer una radiografía de la realidad en la que viven nuestros jóvenes colombianos.
En el medidor, se indaga por aspectos como las condiciones actuales de los jóvenes: cómo viven, cómo se relacionan con los demás, dónde paran su tiempo, qué actividades realizan, si consumen alucinógenos o licor, sus hábitos a la hora de consumir Internet y por supuesto, su vida sexual.
Este último punto es el que más ha generado polémica entre padres de familia, adolescentes, directivos de los colegios, entre otros, que consideran que las peguntas son inapropiadas para ser formuladas a estudiantes que cursan los grados sextos a once.
En el Capítulo D de la encuesta, dedicado a la sexualidad, se hacen preguntas claras y directas como:
- Durante los
últimos 12 meses, ¿sobre qué temas de educación para la sexualidad te han
hablado en el colegio?
- ¿Con quién
o con quiénes has hablado sobre sexualidad?
- ¿Alguna vez
has enviado fotos o videos sexuales tuyos por mensaje de texto o email?
- ¿A qué edad
fue tu primera relación sexual?
Y aunque las
preguntas tengan una serie de opciones para responder, ambas se distinguen
por la claridad en el lenguaje, no ofrecen lugar a
dudas, ni malos entendidos; sin embargo, hay
personas que las consideran inapropiadas o muy fuertes para
los más jóvenes.
Entonces, ¿cuál
sería la manera más acertada de preguntarle a
los jóvenes sobre el tema?
Para nadie es un
secreto que hoy, desde tempranas edades, los niños nos
preguntan sobre temas específicos que terminan por
poner en jaque a cualquier padre o abuelo, que no sabemos cómo
manejar la situación. A muchos nos
enseñaron la sexualidad con misterios, con censuras, pero hoy, con la
tecnología en nuestras manos, todo el
conocimiento posible se adquiere mucho más rápido. Tal vez para
muchos, las preguntas sean un poco fuertes,
pero también hay
que llamar a las cosas por su nombre y como son. Y si padres y
directivos insisten en que se deben reformular algunas preguntas,
vale la pena revisar el tema.
Recordemos que la
encuesta también busca dar cuenta sobre situaciones
de acoso sexual y pornografía infantil; y así no nos guste
tenemos que preguntarle a los menores sobre estos incómodos asuntos. Solo de esa manera
podremos salvaguardar la integridad, física y emocional
de todos los ciudadanos.
Buen día.
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