viernes, 2 de diciembre de 2016

Es una lástima el aplazamiento del diálogo con el ELN.

Por: José Renán Trujillo

José Renán Trujillo


Le sobra razón  al senador Antonio Navarro Wolff cuando afirma que el quorum que se ha presentado en las sesiones plenarias de Senado y Cámara ha sido consistentes, en razón a que el tema lo amerita pues es el fin del alzamiento armado más antiguo de América.

Es una lástima que simultáneamente a la decisión del Congreso de refrendar el acuerdo de paz, se anuncie que hasta enero se aplaza la posible instalación de la mesa de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN)

De resaltar, el hecho que con la decisión tomada por el cuerpo legislativo, llegó el denominado 'Día D' que da comienzo al término pactado para la entrega de las armas por parte de las Farc.

Arranca pues formalmente; la fase de implementación del acuerdo que trae consigo el cumplimiento de varias etapas: instalación del mecanismo de verificación del cese del fuego por las naciones unidas,  comienzo del tiempo pactado para la instalación de las zonas de concentración para la agrupación de los integrantes del grupo y la dejación de armas.

¿Cuál es el paso más importante que se debe surtir para salvar obstáculos en el camino? La  puesta en funcionamiento de la figura denominada 'fast track' Primero, hay que despejar  las dudas que en el momento existen. Especialmente después de las declaraciones de miembros de la cúpula de las Farc como las otorgadas por Iván Márquez quien señaló que sin el 'fast track', volverían al monte.

Más optimistas y esperanzadora son las declaraciones de Carlos Antonio Lozada, Rodrigo Granda o Pastor Alape quienes se han ubicado en la orilla de confiar en que los pasos seguirán avanzando en el cumplimiento de las decisiones que vayan acoplando el acuerdo a la realidad. Hay confianza, punto fundamental de un acuerdo entre las partes.

Humberto de la Calle en su estilo serio y directo de decir las cosas, ha expresado con claridad, que el 'fast track' no es un capricho sino, una necesidad imperante. Y voceros del congreso aseguran que esta figura, aprobada con suficiente antelación con previsión a lo que se venía, está viva.

El Congreso ha asumido con responsabilidad su papel. Y las partes están haciendo lo suyo con entrega y dedicación. Confianza en continuar cumpliendo, es la receta a seguir. 
Claro; sin el desbordamiento de un optimismo desenfrenado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario