¡A VOTAR!

@JoseRenanTG


Este domingo tenemos la oportunidad de hacer sentir la voz del pueblo frente a la convocatoria para asistir a las urnas para pronunciarnos en la Consulta Popular anticorrupción. Bello escenario para que unidos todos; sobrepasemos el umbral de los doce millones requeridos para lograr su aprobación, y de esa manera otorgar el mandato explícito al Congreso, de tramitar los actos legislativos para reformar la Constitución y las leyes que se requieran para combatir el flagelo que agobia nuestra democracia; para después de aprobado, vigilar al detalle que el Congreso tramite y sobre todo apruebe las normas necesarias para concretar exitosamente el objetivo propuesto.

En el Título IV Capítulo 1 Artículo 103 de la Constitución Nacional se establece lo referente a la participación democrática y de los partidos políticos además de las formas de participación democrática.

A la letra reza: “Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato”.

En el discurrir del tiempo, se han utilizado de diversas maneras cada uno de ellos. La mayoría de las veces sin éxito electoral en razón a la baja participación de la ciudadanía. El gran victorioso de cada jornada ha sido el desinterés por participar activamente en la toma de decisiones mediante la utilización de estos mecanismos que impulsaron en los debates de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 el salto de la democracia representativa a la participativa.

Participé activamente como ponente en el Senado de la República del proyecto que los reglamentó. Hoy sostengo, sin duda alguna, que pasamos de una esperanza de accionar popular a una promesa incumplida en nuestra dolida democracia.  Sin embargo, hay que mantener viva la esperanza. Ya se acaba de dar un primer paso en la revocatoria de un mandatario local en Tosca, Boyacá.


Salir a votar el domingo es mi invitación para que la Consulta Popular como mecanismo de participación ciudadana deje de ser una promesa incumplida.