Desde diferentes sectores de la sociedad empieza a escucharse el clamor por la unión, el entendimiento y la despolarización. Unión nacional para enfrentar el futuro con esperanza es el decir.
Desde la Andi se propone un pacto con cuatro puntos fundamentales: el respeto por la vida, la mejoría de las condiciones para la equidad en la sociedad colombiana, el empeño por generar crecimiento económico y la lucha contra la corrupción. El Presidente del BID plantea un pacto nacional para jugar limpio. El mismo Presidente Duque en varias oportunidades ha propuesto la unidad nacional.
En anterior oportunidad he expresado el aporte fundamental que traerá la aplicación del nuevo estatuto de la oposición para ese propósito. Unión sí; unanimismo ¡no! Ayer, con la posesión del Presidente Duque se dio inicio al nuevo gobierno pero también a la nueva oposición. Una oposición que de liderarse con inteligencia por las diferentes tendencias que la han anunciado, abrirá las compuertas de un propósito fundamental: Colombia.
Soy amigo de las diferencias ideológicas, del debate político, del ejercicio de las resistencias; todo dentro del marco de una oposición que se ejerza pensando siempre en alcanzar la defensa de los más altos intereses nacionales. No ejercida en contra de un Gobierno como principio fundamental de acción sin coherencia. Entiendo el llamado a la unión como el llamado a construir juntos, a trasegar unidos el camino de los grandes logros para un país expectante de grandes reformas.
No podemos seguir aceptando que se sigan asesinando líderes por pensar diferente. No podemos seguir avanzando sin crecimiento del empleo y sin la debida protección en cobertura de salud para los más humildes; ni sin la atención en educación para nuestras juventudes.
Todo lo anterior, lo condensaba el líder Conservador Álvaro Gómez Hurtado en una sola frase: "Acuerdo sobre lo fundamental". Ese propósito debe guiar las diferentes fuerzas democráticas de nuestro país. Aquellas que estarán del lado del gobierno, quienes se declararan independientes y quienes proclamarán su oposición.
Mi mayor deseo es por el éxito del gobierno recién instalado, pero también por el ejercicio de una oposición ejercida con altura, con cohesión sólida que proponga, debata y proteste dentro de la Constitución y la ley; y desde los escenarios que brinda la democracia.
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