¿PLAN DE DESARROLLO REALISTA?

@JoseRenanTG

De mucho dependerán los cambios que deban surtirse al plan de desarrollo que ha propuesto el gobierno del Presidente Duque del camino que tome tanto el informe final del censo 2018 como de la suerte que termine corriendo el proyecto de ley de financiamiento en el Congreso de la República.

‘Pacto por Colombia, pacto por la equidad’ es el nombre de las bases del plan de desarrollo para el cuatrienio que plantea 27 pactos soportados sobre tres pilares fundamentales: legalidad, emprendimiento y equidad. Pactos que llevan implícitas en cada detalle, las propuestas planteadas en la campaña del hoy primer mandatario. En cifras redondas sacar adelante las metas allí propuestas, costaría alrededor de 1100 billones de pesos siendo la mayor inversión la destinada a la equidad en una cifra cercana a los 516.1 billones. Analistas califican el plan propuesto de ambicioso pero idealista.

Una de las mayores apuestas es aumentar la productividad nacional en 1.1 puntos porcentuales al final del cuatrienio, con lo cual el crecimiento de la economía tendría que sobrepasar el 4% lo que según la propuesta, llevaría a que Colombia pase de tener 12.8 millones de personas en la pobreza monetaria a 9.9 millones en cuatro años llevando de esa manera a que la pobreza extrema pase de 3.5 millones de personas a dos millones.

Otra gran apuesta es el aumento de la cobertura en educación media de 47.7% a 50% en 2022; de la misma manera que se aspiraría pasar de una tasa de desocupación del 9.4 al 8% y aumentar la formalidad laboral de 36.8 a 41.2%. Además de agrandar las posibilidades del agro y aumentar las exportaciones de US$7.368 millones a 8.542 millones.

 ¿Ambicioso plan? Eso pareciera cuando se lee que pasaremos a tener en cuatro años 6.600 vehículos eléctricos y en materia tecnológica pasaríamos de 50.2% de hogares conectados a internet a 70%; mientras que en lectura se proyecta pasar de 2.9 libros leídos a 3.2 o pasar a mejorar la atención en salud incluyendo armar una infraestructura de salud móvil que permita llegar a población en lugares remotos y zonas rurales dispersas; o corregir un problema que afecta a los agricultores y es el de las perdidas cuando hay sobreoferta de productos. "Poner en marcha la producción agrícola por contrato para asegurar demanda de compra”. O lograr un país sin hambre o, con menos hambre o mejorar la protección económica para la vejez. En fin.

No hay duda que todo dependerá de los recursos y de la integración que se viva en el país pues hoy día se siente el fraccionamiento en que vivimos con un gobierno que ha mostrado en las encuestas una baja de imagen, además, de un fuerte contrapeso emanado de un Congreso reacio a aprobarle las diversas reformas en que se encuentra empeñado.

Defensa institucional y un profundo liderazgo serán esenciales para lograr el cometido.