Con más decisión que nunca, hay que seguir empeñados en conquistar la paz
El jueves
de la semana anterior, expresé la necesidad de iniciar a partir de hoy un
amplio debate de carácter nacional con el fin de conducir al país hacia el
sendero de la tranquilidad que solo
otorga el vivir en paz. Y comenté con
ustedes sobre la amplia responsabilidad que en ese sentido le cabe al Congreso
de la República donde están representadas las diferentes bancadas y los más
destacados líderes de la política en el país.
Imperioso
el asumir de inmediato tan delicada misión, acorde a la convocatoria formulada
por el Presidente Santos en su alocución de anoche; en la que además dejó claro,
que el camino se seguirá recorriendo en medio del cese bilateral al fuego y
escuchando los planteamientos que tengan que formular quienes abanderaron el no
en el plebiscito. Y con un ingrediente de suma importancia; contando con la
voluntad de las Farc para seguir sin dilación el proceso.
¿Duro de
asimilar el resultado para quienes acompañamos con convicción el Sí? Claro. Pero no hay que perder tiempo en análisis ni especulaciones. Hay que
aprovecharlo al máximo para continuar la ruta sin desviarnos del logro del
objetivo final. No ha sido
simple coincidencia que los que han sufrido la guerra de frente, nos dieran la
lección de perdón y anhelo de paz: Caloto voto el 72.9 % al sí. Cajibío el 71.1 % al sí. Tumaco el 71 % al sí. San Vicente
del Caguán el 62 % al sí. Mitú el 77 % al sí. Bojayá el 96 % al sí.
Ese mensaje
debe tenerse en cuenta para los diálogos que se reinician en La Habana y para
los que seguramente, a partir de hoy, darán inicio al interior del país con las
fuerzas de oposición. La mayor responsabilidad en el momento actual es impedir a
toda costa la irreconciliable polarización entre los dos sectores en que,
quedó demostrado en las urnas, está dividido el país.
Con Santos
existe la garantía de mantenerse la estabilidad democrática y la seguridad suya
y de las Farc de no rendirse.
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