jueves, 10 de noviembre de 2016

La elección de Trump sí nos atañe, si nos importa.

Por: José Renán Trujillo

José Renán Trujillo

Incertidumbre y muchas preguntas ha generado la elección de Donald Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos. Sus propuestas como candidato movilizaron a la gente a votar a su favor; y ahora, debe responder a quienes lo respaldaron. Empeñó su palabra y debe cumplir.

Sin embargo, inquieta que, durante su campaña jamás se pronunció sobre el manejo que le concederá a las relaciones internacionales con países como Colombia o Cuba, con quienes hay una serie de acuerdos, de los cuales hoy se desconoce qué suerte correrán.

Recordemos que a través del Plan Colombia, se logró el debilitamiento de las Farc y ahora, con el proceso de paz, Obama ratificó su apoyo a nuestro país a través de Paz Colombia, el cual traería consigo una partida de 450 millones de dólares como presupuesto para el próximo año. Y ahora con un cambio de gobierno, completamente radical y opuesto al que sale, muy seguramente ese acuerdo deberá ser revisado y ser susceptible de ser modificado; y ojalá eso suceda pero en beneficio de nuestro país.  En caso contrario, una reducción en los aportes nos obligaría como país a buscar apoyos alternos para el posconflicto.

Otro país latinoamericano cuya situación puede estar en vilo por cuenta del nuevo gobierno, es Cuba. El año pasado Obama dio un paso histórico al abrir de nuevo la embajada americana en La Habana y detrás de ella, vino el acercamiento amable entre dos gobiernos. 
¿Será que a todo lo labrado se le echará tierra? 
Confiemos en que no sea así y que el canal de comunicación entre ambas naciones no se rompa. Sería muy triste volver a los años del bloqueo económico.

México es otro de los países que tendrá un papel crucial de cara al nuevo gobierno americano. El nuevo vecino anunció en su campaña medidas para controlar la migración. El reto es llegar a un diálogo para generar propuestas en donde las dos naciones puedan complementarse, trabajar de la mano y lograr bienestar para quienes cruzan ilegalmente la frontera en busca del sueño americano.

Y el otro país que está en la lista de pendientes es Venezuela, quien nunca ha logrado tener una relación armónica con Estados Unidos y menos con el demócrata Barack Obama. Ojalá que ahora, con el republicano Trump se tiendan puentes de diálogo y cooperación para sacar a Venezuela de la situación en la que se encuentra.  

Con el paso de los días veremos qué cartas quiere jugar Donald Trump con respecto a América Latina. En la medida que él vaya entendiendo el país que va a recibir y los compromisos que se han firmado, veremos qué tanto de su discurso belicoso y escandaloso, fue una simple estrategia de campaña o si en realidad es su postura frente temas álgidos de la región.

Como conclusión, la elección de Trump sí nos atañe, sí nos importa. No podemos pretender que nada ha pasado.

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